miércoles, 23 de diciembre de 2009

Sexo en la campiña

Propone: Ivan
Comenta: José Antonio

En 1928, D. H. Lawrence escandalizó al mundo con su novela «El amante de Lady Chatterley». El libro narraba el romance entre Constanza (una mujer de la alta sociedad casada con un parapléjico) y el guardabosques que cuida sus propiedades. No sólo se plantea una historia adúltera entre personas de distinta clase social, sino que además está plagada de escenas explícitamente sexuales, motivo por el que durante mucho tiempo fue un libro prohibido. La obra literaria no vio la luz en el Reino Unido por lo menos hasta los años 60. Entre medias, se publicaron algunas versiones censuradas.

Dicho esto, plantearse contar en el año 2006 una historia que ya está magníficamente narrada conlleva el riesgo de que muchos de los temas que en su día eran tabú y fuente de excomunión, hoy día ya no escandalizan ni a monseñor Rouco Varela. Historias de infidelidades y amores prohibidos se han contado en todas las variantes; y en cuanto al sexo, cualquier niño es capaz de imágenes de sexo más explícito en el ordenador de su cuarto.

Estos eran los principales escollos a los que se enfrentaba la cineasta francés Pascale Farran cuando se decidió a dar su versión sobre este clásico. Farran opta por prescindir de la trama sobre los conflictos sociales, aunque aparecen de manera tangencial en la película, y cuenta una historia sobre el despertar sexual.

La pobre Constanza nunca llegó a disfrutar del amor porque nada más casarse su marido, un aristócrata inglés, se fue a la Primera Guerra Mundial y se quedó inválido. Además es un cretino, motivo por el que no llega a despertar ninguna compasión pese a su minusvalía y el incipiente ataque de cuernos. Por eso, Constanza se aburre mucho, hasta que un día conoce al guardabosques. Así comienza el romance. Escenas de sexo en la campiña y en el pajar muy naturalistas y bucólicas sin adornos de videoclip. Mientras, se suceden planos del viento agitando las ramas de los árboles. Si llegan a salir planos de florecitas abriendo sus pétalos, la metáfora no podía ser más obvia. Tan obvia, que en la saga de "Agárralo como puedas" se usaban ese tipo de planos en las escenas de sexo para mofarse de este tipo de metáforas. Así la historia, se va alargando hasta casi llegar a las tres horas. Más topicazo hubiera sido poner de guardabosques a Gerard Depardieu, pero el actor elegido no lo hace mal tampoco.

Constanza conoce así a un rudo y tosco amante, mientras que en casa tiene a un refinado marido que no le proporciona amor ninguno. Curiosa la frialdad de la narración cuando se intenta contar una historia sobre gente que se deja llevar por las pasiones y se supone que es un canto a la libertad y a la naturaleza.

Así en definitiva, un clásico de la literatura se convierte en un producto soso y aburrido con bonitas imágenes de postal . Por que, al fin y al cabo, si algo está contado y muy bien contado ¿qué sentido tiene contarlo otra vez si no hay nada nuevo que aportar salvo escenas de arbolitos?

sábado, 19 de diciembre de 2009

Maestro Fellini

Propone: Lorena
Comenta: Juli

¡Cuéntame, oh Fellini, la historia de Gelsomina!

Cuéntame la historia de su marido, el bruto Zampanó, de cómo se la compra a su madre y se la lleva a vivir de payasa ambulante.

Cuéntame cómo él le enseña a ella trucos y actuaciones. El es bruto, orgulloso, vulgar, violento, con una lucha interior para aparentar fiereza y desapego, pero con un alma triste que se derrumba cuando llega a ser consciente de su soledad.

Cuéntame cómo ella le enseña a él amor y ternura. Ella es buena, alegre, humilde, fiel, abnegada, con alma de niña, aunque a veces su fortaleza te hace dudar de si realmente es disminuida psíquica.

Especie de “road movie” a la italiana, inmersa en el neorrealismo, supone una crítica social envuelta en una historia exquisita y delicada, llena de humanidad y ternura.

Podría resumir todo el comentario en una palabra: maravillosa.

Soberbia Giulietta Masina y soberbio Anthony Quinn. En suma, soberbio Fellini.


martes, 15 de diciembre de 2009

Vida en blanco y negro

Propone: Lorena

Comenta: Pepe

Antiguamente leíamos unas cosas a las que llamábamos tebeos, cosas a las que la moda del anglicismo dio en llamar comics (más o menos en la época en que el zaguán se convirtió en hall y la reunión en meeting, pero eso ya es otro tema). Pues bien, en nuestros días hemos inventado una nueva nomenclatura que utilizamos para dotar de categoría literaria a estas historias: novela gráfica. Hete aquí que la iraní Marjane Satrapi escribió y dibujó un tebeo que ha sido tan importante que el periódico The Times lo ha incluido en su reciente lista de los cien libros más influyentes de esta primera década del siglo XXI, en segundo lugar.

El caso es que Satrapi tenía entre manos un material buenísimo para una película (entre otras cosas, ya tenía dibujado el story-board, si me permitís la broma) y se alió con el francés Vincent Paronnaud para gestar el gran film de animación que hoy comentamos, en el que narra, como ya había hecho en sus historietas, su propia vida, marcada por la realidad política y religiosa de su país.

Desde su niñez en los últimos días del gobierno del Sha de Persia, su adolescencia en plena revolución islamista, su exilio en Europa, y finalmente su posterior exilio interior de vuelta a su país, su juventud trascurre en un mundo sin libertad. Condenada a sentirse siempre como una extranjera, tanto o más en Irán que en Europa, sin poder encontrar su lugar en el mundo. Rodeada de gente desconcertada por haber contribuido a una revolución que sustituyó a un tirano por otros aún peores, henchidos de salvaje fanatismo religioso, en un país sumido literalmente en la negrura de un régimen que, por decirlo en pocas palabras, lo prohibe todo, incluida la alegría.

De ahí el blanco y negro de la película, de marcados claroscuros, muy expresivo (y expresionista, según los propios autores, que citan a Murnau y Munch como influencias cinematográfica y pictórica, respectivamente). Un mundo casi sin matices de gris en el que se cuelan, sin embargo y a pesar de todo, la ternura y el humor como elementos indispensables a los que la protagonista, que también es la autora, se aferra para conservar la cordura, para no permitirse el lujo de hundirse del todo, para mantener siempre un resquicio por el que algún día se pueda colar la esperanza. Y finalmente se cuela, ejemplificada en el color de las escenas finales. Un final abierto, esperanzador pero lleno de dudas, que siguió en la realidad hasta la lista de The Times y la nominación al Oscar que obtuvo la película.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Carta abierta al funcionario HGW XX/7

Propone: David
Comenta: Juli

Tú, funcionario gris, que vives tu monótona existencia entre rutinas grises.
Ves pasar la vida entre burocracias de vidas ajenas, frio e insensible. Tu vida personal no es sino un continuar de tu vida laboral: solitaria y gris.
Señor correcto, no eres político pero eres una pieza del engranaje del partido, una pieza más, valiosa pero sustituible, un eslabón de la policía del pensamiento, una piedra más del muro de la vergüenza.


Metodológico y sistemático, [sabed que a mí lo hiperbólico no me resulta simpático] profesor de torturas y confesor de almas desesperadas: no absuelves, condenas…
De repente, un brillo en tu camino dibuja un color en tu gris.
Tienes que vigilar gente de colores. Te invade el calor, esa sensación hasta hoy para ti desconocida que se llama alegría. Empiezas a vivir su vida, la vida de los otros.

Los otros y su vida de colores: intelectual y artista, escritor y musa, dramaturgo y actriz principal. Pasiones prohibidas de ministro negro enfangan la trama, perturban y precipitan el despertar de una nueva era que pasito a pasito busca derribar el muro gris.
Tu trabajo colorido lo decoloras para tus superiores: te conviertes en cómplice de los colores.
Pero no puedes evitar el desenlace trágico…


Quizá recibas esta carta desde tu cubículo gris al que te han relegado por haber visto el rojo, y el azul, y el verde, y el amarillo. Quizá la abras con vapor para censurarla, reconstruirla con tinta gris, pero pronto caerá el muro y verás el arco iris.


martes, 8 de diciembre de 2009

El abuelo cocinillas

Propone: Miguel
Comenta: Juli

Miguel nos trajo una película de comidas. Especifico por si hay algún mal pensado que interprete esa frase con su mente sucia: Se trata de una película de Ang Lee (1994) que versa sobre las artes culinarias del protagonista tanto en su vida personal como profesional. Chu es un maestro cocinero viudo de Taiwan que tiene tres hijas y ve la vida a través de la cocina.

Todo transcurre entre cacerolas y suculentos platos orientales, las relaciones padre-hija, hijas-novios, relaciones intervecinales, etc. Ang Lee trata todo ese mundo de sensaciones y sentimientos de manera exquisita y consigue que se nos haga la boca agua con los colores, texturas y si me apuras, hasta los aromas que se adivinan desde la butaca al contemplar la película y los manjares que en ella aparecen.

Para el occidental puede parecerle exagerado que aparezcan quince o dieciséis platos rebosantes en una comida para cuatro comensales, pero recordando el Quijote y el capitulo de las bodas de Camacho, uno puede pensar que eso también se podría hacer aquí.

Muy recomendable la escena de la ultima cena, que aparte del nombre, también tiene de bíblico la referencia al conocimiento carnal que se revela en ella.

martes, 1 de diciembre de 2009

El Rocky Jorror Pictur Sou

Propone: Nikolai
Comenta: Juli

Nikolai hizo una notable aportación cinematográfica el día que nos puso The Rocky Horror Picture Show, musical setentero devenido en película de culto.

Con coreografías brillantes y espléndidas creaciones musicales, satiriza el terror y la ciencia ficción en un entorno de ambigüedades sexuales filmadas con gusto exquisito por el director Jim Sharman, basado en un musical de Richard O’Brian.

La cosa está en que Susan Sarandon cuando era joven (sí, lo fue alguna vez, aunque siempre tenga la misma cara de madurita) se casa con un tío con gafas. Se van a buscar a un antiguo profesor del novio en coche y este se les avería en un paraje inhóspito. Allí cerca hay una casa grande muy señorial donde viven unos extraterrestres viciosos del planeta Transexual Transilvania. El jefe de los transilvanos en la Tierra es el Dr Frank-N-Furter, que se tira a todo lo que se menea, aunque lo que más le gusta son los efebos musculosos. Entre canción y canción, el Dr seduce y pervierte a los jóvenes enamorados, haciéndolos partícipes de su desenfreno y apetito sexual.

La película sirvió de promoción a una estrella del Hard Rock en ciernes como Meat Loaf, que llega a la casa a bordo de su moto para acabar de menú de sus anfitriones. Mejor comérselo a él, generoso en carnes que no a Richard O’Brian, que además de compositor de la música, hace de mayordomo, por supuesto extraterrestre también.

En el Golfa no se nos ocurrió hacer lo que se hace en los reestrenos de la película, que se hacen en algunos cines de vez en cuando (no me preguntéis donde). Por lo visto, la gente se disfraza con ligueros y tacones, o como algún personaje de la película y participa activamente en las escenas, por ejemplo, tirando arroz a los novios en la escena de la boda. Digamos que más que reestrenos o reposiciones de la película, se hacen representaciones de la misma.