viernes, 23 de enero de 2009

Aterradora perfección

Propone: Laura
Comenta: Pepe

La última propuesta de Laura para el cine club fue una de esas películas pequeñas y agradables con las que de vez en cuando nos sorprende (gratamente) eso que llamamos cine independiente norteamericano, una nomenclatura difusa que engloba un poco de todo. En esencia, se supone que es el cine de bajo presupuesto que se hace al margen de los grandes estudios, aunque en realidad los presupuestos son bajos según con qué los compares (más altos a veces que los de películas europeas que se autodenominan superproducciones) y los grandes estudios son propietarios de muchas de las productoras supuestamente "independientes".


Teorías económicas de la industria cinematográfica aparte, Little Miss Sunshine (Jonathan Dayton, 2006) es una comedia con personajes muy bien trabajados que esconde un regusto amargo, cosa que es muy de agradecer. El argumento es sencillo y la estructura la de la clásica road movie en la que el camino es una metáfora del itinerario interior de los personajes, de su crecimiento. En resumen, una peculiar familia hace un largo viaje en furgoneta para llevar a la hija pequeña a concursar a un certamen de belleza para niñas. Y no os asustéis, los que hayáis visto las dos ya sabéis que no se parece en nada a Familia Rodante (Pablo Trapero, 2002), soporífera película también proyectada en nuestro club.


Aquí, todos están fantásticos en sus papeles de perdedores: la madre sobrepasada por llevar sobre sus hombros la carga de toda la familia, el abuelo toxicómano, el cuñado suicida, el padre que organiza seminarios sobre como triunfar que son un sonado fracaso, la niña gordita y gafotas empeñada en participar en un concurso de belleza, el hermano con voto de silencio...



Seguramente ninguno de ellos ganaría nunca un concurso de popularidad, ni serían los reyes del baile de primavera en el instituto, ni falta que hace. Al final se dan cuenta, entre niñas de aterradora perfección, belleza envasada y crueldad retocada con toneladas de maquillaje, que el auténtico viaje hacia la felicidad (o a algo que se le parezca) no consiste en obsesionarse con encajar en una sociedad que los aborrece, sino en ser conscientes de que en su rareza reside su encanto y reirse en la cara de los que se autoproclaman, con suprema arrogancia, guardianes de lo correcto, y resulta que sólo son ganado.
Es la vieja disyuntiva entre los Addams y los Monsters, pero eso ya es otra historia que dejaremos para los comentarios, si se tercia.

lunes, 19 de enero de 2009

Dos hombres y otra mujer (y un destino)

Propone: Iván
Comenta: Juli

Segunda película de George Roy Hill protagonizada por Paul Newman que se proyecta en este foro, tras la "desapercibida" El Castañazo, y primera en la que este director dirigió al genial actor en 1969. También la protagoniza Robert Redford, y el trío repetiría en otra obra sublime en 1973: El golpe.

Como fan que soy del cine del oeste, de Paul Newman y de "El Milagro de Petinto", es un honor para mi decir unas palabras sobre esta obra maestra del cine.

La historia está basada en dos bandidos que existieron en realidad llamados Sundance Kid y Butch Cassidy, que se dedicaron a desvalijar bancos en su país primero y en sudamérica después, donde encontraron su "destino".

Como fan que soy también de la revista National Geographic, puedo aportar el dato de que en 1976, desde la revista, organizaron una expedición para recrear la ruta que siguieron estos dos perlas. Entre los expedicionarios figuraba el propio Robert Redford, que además, es el que escribió el reportaje.

Y tanto marcó esta película en Robert Redford que, ya que no valía la pena cambiarse su propio nombre por el de su personaje, porque ya tenía un nombre en Hollywood y no era cuestión de andar mareando al personal, pues decidió crear un instituto de Cine: el instituto Sundance en 1982, y 3 años después comenzaría el festival de cine independiente de Sundance, hoy en día, el más importante en su género del mundo.

Como veis, no he hablado mucho sobre la película, ni sobre sus cuatro oscars:

-Guión original (William Goldman);
-Mejor canción original (Burt Bacharach, letrista, y B. J. Thomas, cantante, por Raindrops keep falling on my head);
-Mejor banda sonora original (Burt Bacharach);
-Mejor fotografía (Conrad L. Hall);

ni las múltiples nominaciones que tuvo, ni los 9 premios Bafta (academia británica de cine), ni el Globo de Oro por la mejor banda sonora, ni el Grammy por la mejor BSO de película...

Parece que tenía buena música. Aquí la del oscar:


Por cierto, la otra mujer a la que aludo en el titulo de esta crónica es la protagonista femenina, que, como en la mayoría de las películas del oeste, no es tan protagonista, y se llama Katherine Ross.