viernes, 25 de abril de 2008

Cien eran Cien: el concurso (6)




Hola a todos, de nuevo un acierto masivo. Sólo un votante se dejó engañar y pensó que la respuesta era Orson Welles, supongo que pensando en Campanadas a medianoche. El resto identificó a los personajes de la magnífica El séptimo sello, dirigida por Ingmar Bergman.





Os dejo una nueva pregunta. Esta no puede ser más fácil.


lunes, 21 de abril de 2008

Toscanos y Samurais

Propone: Laura
Comenta: Miguel

Nunca pensé que mis mini vacaciones en la Toscana me fueran a dar la clave para hacer mis deberes del golfa, “comentar la película Zatoichi”, escrita y dirigida por Takeshi Kitano, y mucho menos que este viaje lograra que me reconciliase con los Italianos; todas las ciudades que he visitado (Florencia, Luca, Siena y Pisa) tienen un denominador común: su inmensa belleza. Da igual que se trate de un edificio académico como de la modesta casa de un agricultor, una pareja vestida de punta en blanco o un grupo de escolares con los pantalones rotos, una exquisita copa de vino o un simple vaso de agua, son ciudades hermosas porque todo lo que contienen es hermoso.



Pero un amigo nos advierte “no os dejéis engañar por las apariencias, los italianos no son mas que fachada, se gastan todo el dinero en ropa y en el coche, luego viven con lo mínimo, prácticamente no comen, por dentro están huecos”. En un primer momento pensé que la escasa alimentación podría ser la causa de que cupiesen en una ropa tan estrecha, pero después de reflexionar sobre el tema me di cuenta de algo importante, que es imposible que la apariencia de las cosas sea ajena a su contenido. Si nos preguntaran sobre la película Zatoichi, podíamos decir que trata de un ciego justiciero en un mundo corrupto, o sobre los deseos de venganza de dos herman@s, o sobre un Samurai mercenario que intenta sobrevivir con su enferma esposa… Tendemos a dotar de contenido al film porque en el fondo nos asusta admitir la verdad, que la elegancia y la belleza que desprende pueden ser un fin en si mismo, y si nos asusta es porque no entendemos que la única forma de alcanzar ese estadio (la belleza), es comprender la esencia misma de cada acción y despojarla de todo aquello que le es ajeno.

viernes, 11 de abril de 2008

Cien eran Cien: El concurso (5)


De nuevo se ha producido un acierto masivo, aunque esta vez ha estado más reñido. Tres de los cinco participantes averiguaron que se trataba de Elizabeth Taylor. Los otros dos optaron por Audrey Hepburn. Elizabeth lucía piernas en La gata sobre el tejado de zinc, peícula que se desarrolla casi por completo en torno a una cama con un espectacular cabezal de forja, como podéis ver en la imagen completa.

Ya tenéis una nueva pregunta para contestar.


jueves, 10 de abril de 2008

¡¡¡¡¡Melooooneeees!!!!!

Propone: Iván
Comenta: Juli

Y me refiero a los de verdad, no a los que yo mismo pensaría que me refiero viendo el título del artículo.


Y es que Iván nos trajo como más reciente aportación suya al golfa una película sobre un vendedor ambulante titulada El mercader de las cuatro estaciones, de Rainer Werner Fassbinder, un alemán prolífico que entre 1966 y 1982 firmó 43 obras, tanto para cine como para televisión. Hay una web en español bastante completa e interesante sobre este señor: http://www.rafamorata.com/fassbinder.html


La película habla de los prejuicios de la clase media alemana de su época, y de unos burgueses venidos a menos que se avergüenzan de que un miembro de su familia tenga un medio de vida no acorde a su posición. Es en torno a este hecho donde Fassbinder construye su crítica social con una película comprometida.

La moraleja de la historia está muy clara: si al volver de la mili te metes a policía, no dejes que una guarra te la coma en la oficina, o te pillará tu jefe y te echará, acabarás alcohólico y con un infarto, echando de menos a tu gran amor de juventud, tendrás que dedicarte a vender fruta del tiempo con un carrito por las calles, tu mujer estará tan insatisfecha que te pondrá los cuernos y, paradójicamente, cuando las cosas empiecen a ir bien, preso de una horrible depresión, morirás.

Pero, ¿qué pasa si no puedes aguantar la pasión y el morbo que te produce la voluptosidad insinuante de la señorita coqueta a la que tomas declaración? Al menos ten la prudencia de cerrar el pestillo de la puerta, coño, que pareces gilipollas.

miércoles, 9 de abril de 2008

Ánimo, Gilbert!

Propone: Miguel
Comenta: Pepe



Hay veces en la vida que aquello que más queremos es lo que más daño nos hace, aunque no lo sepamos. Hacemos las mismas cosas una y otra vez de manera automática. Me levanto, voy al trabajo, me tomo una caña, veo la televisión, me acuesto. Y vuelta a empezar. Rutina creo que lo llaman. Vacío, en ocasiones. Dicen que corremos sin parar, que siempre vamos con prisas, porque la capa de hielo sobre la que corremos es demasiado fina. Si nos paráramos a reflexionar, se resquebrajaría y nos hundiríamos, sin remedio.

A Gilbert le pasa algo parecido, sólo que él no puede correr, porque todo a su alrededor es tan pequeño que a los pocos pasos se saldría del pueblo. Su rutina consiste en dedicar toda su vida a su familia, aquello que más quiere, aquello que más daño le hace. No puede escapar, porque ni siquiera sabe que pueda haber una escapatoria. Así que se siente vacío y sospecha que su vida es una mierda.

Menos mal que llega Juliette Lewis, con sus vestiditos sueltos y sus labios encarnados, icono de los noventa como ella sola, para enseñarle que su vida efectivamente es una mierda y que puede hacer algo por cambiarla. Pero puede ser que sea demasiado tarde. Todo está tan viciado, todos tan prisioneros, que al final el úncio cambio posible es el cataclismo. Hete aquí el fuego, la destrucción de la que sin embargo surge la esperanza.


A quien ama Gilbert Grape (Lasse Hallström, 1993) habla sobre la familia, la dignidad, el aburrimiento vital, el amor, la América profunda; y lo hace con sencillez y delicadeza. Consigue emocionar.

martes, 1 de abril de 2008

Cien eran Cien: el concurso (4)

Hola a todos! Tras un pequeño paréntesis aquí estamos otra vez con nuestro concurso. Cómo habréis comprobado esta vez ha habido unainimidad. Todos los votantes coincidieron al pensar que la imagen que proponíamos pertenecía a El Club de la lucha.

Y todos acertaron.


Os dejo una nueva pregunta.